Me llamo Oswald, llegué a este mundo en el 46, desnudo y con las manos vacías tal y como me marcharé .
De todo lo sucedido en el intervalo entre el primer acto y el último, poco puedo decir ya que se encuentra en el cajón de los recuerdos, y para llegar a ellos debo abrir las compuertas de la memoria.
No lo haré, no vale la pena, no encontraré lo que dejé sino algo que el tiempo ha transformado, como pasa en la naturaleza, en desechos y detritus. En definitiva, mucha mierda.
Solo te puedo hablar de lo que hago: